La Feria de las Flores es un reencuentro con nuestras tradiciones, es una oportunidad de exponerle nuestra cultura y arraigos al mundo, y también, es un evento que le genera múltiples ganancias a Medellín, producto del interés que genera, impulsando el turismo, la industria del arte y otros renglones de nuestra economía local, tanto directa como indirectamente.
No obstante, estos eventos de ciudad, y sobre todo los que tienen tanta relevancia, deben ser mucho más democráticas, es decir, deberían llegar a cada comuna y corregimientos de Medellín, para que todo el territorio se pueda ver beneficiado de estas actividades.
Tan solo imaginemos el impacto que puede tener en nuestras economías barriales y comunales que la agenda de la Feria se disemine por la ciudad, o que en cada sector de Medellín se replique algún evento dentro del marco de la celebración. La consecuencia obvia es que el impacto de la feria será mayor para toda la población.
Ahora bien, en Medellín existen más eventos de ciudad que la Feria de las Flores, estoy hablando de Colombiamoda, Colombiatex y otros, que también podrían ser susceptibles de ser replicados en los diferentes puntos, democratizando estos espacios y las oportunidades para toda la ciudadanía.
Esta propuesta la hice en el Concejo de Medellín en el marco de la discusión sobre la reactivación, pero debería trascender de la coyuntura actual de la pandemia y los estragos que ha causado en nuestra economía, y ser adoptada de manera permanente, toda vez que la recuperación de los diferentes sectores puede tardar años, y la generación de empleo siempre será un tema primordial en la agenda de la ciudad.
Para madurar la propuesta, es vital que administración, gremios, Jales y el Concejo trabajemos de la mano de manera armoniosa, pero es tarea de todos democratizar los eventos de ciudad para que aquello que tenemos que mostrarle al país y al mundo entero, sea viralizado por una Medellín que trabaja unida y articulada.